Cuaderno de tesis

Archive for the ‘bibliografía’ Category

Búsquedas en Internet de documentos académicos

Posted by Marita Grillo en 11/13/2009

En la pestaña de Recursos de Internet de este blog hay un listado de sitios para búsquedas; está pensado para los estudiantes de posgrado argentinos y latinoamericanos.

Les propongo que le saquen el jugo a Google, usando tres recursos: la búsqueda avanzada, el Google Académico y el Google books. En estos días, estoy haciendo un curso sobre el trabajo con herramientas electrónicas para periodistas y en los foros comprobé que estos sencillos recursos no son conocidos por la mayoría.

La búsqueda avanzada de Google permite usar varios campos para que incluyamos palabras y frases completas que deseamos que aparezcan (o no) en el documento que buscamos. Si en Formato de archivo elegimos, por ejemplo, pdf, como en la imagen, tenemos más oportunidades de que aparezcan documentos más formales. Del mismo modo, si completamos en Dominios «Solamente mostrar resultados del dominio o sitio web» con punto edu, no tendremos resultados de otra clase de dominios que no sean educativos (por ej., de universidades). Hay otros campos posibles para marcar, como la presencia (o sea, dónde queremos que aparezcan las palabras que pusimos en criterios: por ej., en el título).

hacé clic para agrandar la imagen

Google Académico restringe la búsqueda a documentos producidos en instituciones y universidades dedicadas a la investigación y a la docencia. Se explica claramente en http://scholar.google.com.ar/intl/es/scholar/about.html.

Las sugerencias de búsqueda orientan sobre búsquedas por autor y restricciones (de publicación y de fecha, criterio vital para localizar investigaciones recientes, solamente).

sugerencias del académicoacadémico

En Google books podemos encontrar libros que Google tenga digitalizados total o parcialmente por haber hecho acuerdos con el editor o con el autor. Aunque no tengamos acceso al libro completo, podemos «ojear» el índice y algunas páginas como para tener un primer acercamiento y decidir si estamos dispuestos a comprarlo, a buscarlo en todas las bibliotecas del país o a encargar a un amigo que nos lo traiga del extranjero.

 Google books

 ¡Espero sus comentarios!

Posted in bibliografía | Etiquetado: | Leave a Comment »

No dejar la lista de referencias para el final

Posted by Marita Grillo en 10/01/2009

La sugerencia es concreta y breve: no conviene dejar el armado de la bibliografía para el final.
A veces, por considerar que lo más importante es el desarrollo del trabajo y no los paratextos del tipo Bibliografía, Anexos o Apéndices, etc., los dejamos para el final, para último momento, lo que representa un trabajo adicional innecesario.
La Bibliografía «crece» a medida que escribimos los capítulos. Abrimos el documento que corresponde al capítulo sobre el que estamos trabajando y abrimos el documento de la Bibliografía. Así, a medida que insertamos una cita, una referencia o una mención de algún material bibliográfico y hemerográfico, vamos cargando ese dato en el documento de la bibliografía.
Nos vemos obligados a poner el asiento completo (datos de autor, datos de título, datos de edición), y eso queda hecho.
Con que los ordenemos por Bibliografía general y Bibliografía específica y, dentro de estos apartados, alfabéticamente, es suficiente.

Posted in bibliografía | Leave a Comment »

Filtros de lectura

Posted by Marita Grillo en 09/16/2009

Si queremos magnificar lo que vemos, usamos lupa; si queremos acercar a la visión un objeto distante, usamos binoculares y ajustamos las lentes hasta verlo con nitidez; para apreciar los astros, nada mejor que una visita nocturna al Planetario, para verlos con telescopios.

Así, vemos los objetos según necesitamos, aplicando diversas clases de lentes.

Pensaba en esto cuando les propuse en el post anterior la idea de filtros de lectura. Desde el primer post, cuando me referí a organizar nuestros registros para diversos usos de la bibliografía, estaba apuntando a que cuantas más unidades de entrada construyamos para el material, este nos dará más resultados. En este sentido, filtro sería una lente (como usan los fotógrafos) y también un tamiz o destilador.

¿Cuáles serían, concretamente, algunos de esos filtros? Les comparto mi experiencia de tesis.

1. Preparé fichas de registro de bibliografía de todo el material impreso. En ellas se encuentran los datos básicos sobre el material: autor, título, pie de imprenta. Además, puse de dónde obtuve el material, un número de registro (de mi base de datos general, o sea de mi biblioteca completa) y otras observaciones.

Ficha 1

Ficha 1

En la Ficha 1, verán que, además de estos datos, incluí instrucciones de uso del material: este capítulo me sería útil para dos: el estado de la cuestión (Edoc) y el apartado de cultura argentina de la caracterización de los años veinte.

En la Ficha 2, me agregué otras instrucciones de uso, viendo el libro como un proveedor de contenidos y como una especie de metatexto en acto sobre cómo se hace una tesis.

Ficha 2

Ficha 2

2. Preparé fichas de resumen y citas. En ellas, condensé las ideas más importantes, y, todo lo que me parecía valioso o importante como para ser citado, fue copiado textualmente, con indicación de página.

Para esas fichas usé hojas más grandes, usando papel A4 cortado al medio. Siempre las escribí de un solo lado, como para tener todo a la vista.

3. Hice fichas de mi objeto de estudio. Me dediqué a revistas culturales, así que número por número, nota por nota, hasta la publicidad, todo fue a fichas, que después ensobraba para cada número.

4. Hice fichas de biografías. Necesitaba tener un quién es quién, así que en fichas pequeñitas anotaba toda la información que iba encontrando sobre los personajes y protagonistas de mis revistas. Esto me sirvió tal vez no para redactar la tesis, sino para conocerlos mejor.

5. Hice cronologías, usé cronologías: de hechos mundiales, de acontecimientos nacionales, de historias de diarios y revistas, de movimientos culturales. Me sirvieron como guía para entender lo que pasó en el decenio, para entender mejor los antecedentes (el Centenario) y lo que sucedería después (los treinta). Tal vez no las usemos más que para nosotros, pero eso es bastante.

Posted in bibliografía | Etiquetado: , , | Leave a Comment »

Leer para escribir 3

Posted by Marita Grillo en 09/09/2009

No hay dos lecturas iguales de un mismo material. Esto nos sucede con todo, con las películas, con las novelas, con las cosas que repetimos una y otra vez a nuestros hijos. No nos bañamos dos veces en el mismo río.

En una primera lectura, muchas veces leemos para saber (un poco). Y no nos pidan más. No estamos en condiciones de vincular eso con otra cosa, no terminamos de advertir todo el potencial que nos ofrece, no podemos hacerle ni una objeción, aun cuando no estamos de acuerdo con lo que leemos. En ese primer contacto a veces no advertimos lo que José Luis Lens denomina «zonas lagunosas del texto» (1995). En una laguna textual, «el lector no encuentra significado o encuentra uno equivocado» (1995, 93).

Lens propone tres casos de zonas lagunosas (pantanosas, para ilustrar mejor) o lugares en donde el lector no hace pie:

  1. Cuando el lector no puede elaborar una representación.
  2. Cuando el lector piensa, con un fundamento intuitivo, que la representación lograda no le convence.
  3. Cuando el lector «cree» haber entendido cabalmente, pero en realidad su comprensión es errónea.

El tercer caso es el más difícil, pues no se detecta la dificultad como tal y podemos hundirnos hasta el cuello.

Lens sugiere cuatro procedimientos:

1. Rastrear señales: buscar las marcas de valorización textual autorales y editoriales. Negritas, titulados, división en párrafos, enlaces de énfasis, de repetición.
2. Observar lo que se repite.
3. Valorar el contexto.
4. Desconfiar siempre de lo apareentemente trivial, lo que aparece como algo común (1995, 94).

Me permito alargar la lista de procedimientos:

5. No naturalizar lo que leemos. No aplicar nuestros modelos mentales, nuestro contexto, nuestros paradigmas a materiales ajenos a ellos. Consultar glosarios, diccionarios de la especialidad.
6. Aplicar filtros sucesivos: la lectura es operación recursiva. Hojear, ojear, mirar (índice, bibliografía), leer, subrayar, hacer fichas. Reformular lo que leemos.

Prometo dedicar la próxima entrada a la idea de filtros de lectura.

Lens, José Luis (1995). Estrategias de lectura en la Ciencia Política. Buenos Aires, Yagüe Ediciones, 2.ª ed.

Posted in bibliografía | Etiquetado: | Leave a Comment »

Leer para escribir 2

Posted by Marita Grillo en 09/03/2009

Phyllis Creme y Mary Lea, docentes universitarias británicas, abordan en Escribir en la universidad lo que significa la lectura en los estudios superiores.

Si bien ellas se refieren al nivel de grado, podemos entresacar algunas nociones y estrategias útiles para el nivel de posgrado, como el concepto de ensamblar la lectura. ensamblar
Cuando ya hemos leído para saber de qué trata el material, cuando ya hemos tomado notas sobre él, convendría integrar lo leído con lo que ya sabemos sobre ese tema, con otras lecturas y con lo que necesito usar de esa lectura.

Las preguntas guía para el ensamblado son:

  • ¿Cómo se relaciona este material con lo que ya conozco acerca del tema?
  • ¿Cómo se relaciona este material con otras fuentes sobre el mismo tema?
  • ¿En qué argumentos o teorías conexas me hace pensar esta lectura?
  • ¿Cómo usaré en mi [trabajo] lo que estoy leyendo?
  • ¿Cómo puedo utilizar lo que leo y a la vez las ideas que ya tengo sobre el tema?
  • ¿Qué debo agregar para utlizar constructivamente esta lectura en mi trabajo?
  • ¿Qué debo descartar para utilizar constructivamente este material en mi trabajo? (Creme y Lea, 2005: 94)

Creme, P. y Lea, M. R. (2005). Escribir en la universidad. Barcelona, Gedisa.

Continuará…

Posted in bibliografía | Etiquetado: | Leave a Comment »

Leer para escribir 1

Posted by Marita Grillo en 09/01/2009

libros

¿Por dónde empezamos a leer?

«Tantos libros y tan poco tiempo» no es solamente un eslogan, sino una condición permanente del trabajo intelectual, que nos obliga a buscar estrategias para lidiar con una ingente masa de impresos y de materiales electrónicos.

Para un trabajo final de maestría, una tesis o una tesina, hay que leer. ¿Cuánto? No hay una sola respuesta, pero hay algunas condiciones que convendría tener en cuenta:

  1. La recopilación del material es permanente. No se limita a la primera etapa de recogida del material, la que solemos identificar con el nombre de estado de la cuestión o estado del arte. Por tratarse de un trabajo académico de larga duración, corresponde  revisar periódicamente los catálogos de bibliotecas, las novedades editoriales y los sumarios de las publicaciones periódicas que más hemos consultado. De todos modos, en algún momento pondremos un corte y lo indicaremos en nuestro trabajo, por vía de nota (por ej.: «el relevamiento bibliográfico se realizó desde… hasta…», o «se registra la bibliografía publicada hasta…»).
  2. Corresponde manejar bibliografía actualizada. Cuanto más «moderno» sea el tema de mi trabajo, mayores esfuerzos habrá que realizar para conseguir y leer la más reciente producción intelectual sobre él. Si un libro ha sido reeditado, conviene revisar qué cambios se han introducido respecto de la anterior.
  3. Es preciso contar con material de primera mano si producimos nuestro trabajo a partir de un cierto paradigma, de alguna idea central, de conceptos básicos provenientes de cierta obra o de un autor determinados. No pueden ser fuentes secundarias, obtenidas por vías indirectas.
  4. Es necesario registrar todo. Tal vez tengamos una sola oportunidad para ver un libro y no podemos desaprovecharla. Un excelente apunte de un libro del que no anotamos datos de su edición es un apunte inútil. En ese encuentro con el material difícil, hay que registrar la mayor cantidad de información sobre él: datos de edición, índice, anexos; inclusive la forma como hemos llegado a él. Tal vez alguien nos pregunte cómo lo obtuvimos.
  5. Leer mucho: leamos lo más posible, para tener un panorama sobre cómo, cuándo, y por quién(es) ha sido trabajado antes nuestro tema. Selección del material no significa escasez, sino aplicación de un algunos criterios para decidir con cuáles libros y artículos haremos nuestro trabajo.
    A veces algunas tesis o monografías exhiben (innecesariamente) una enorme cantidad de bibliografía, que es más bien registro de lo que se ha leído antes que registro de lo que se ha referido o empleado en el trabajo.
  6. Categorizar el material: no todos los libros nos darán lo mismo, y un libro puede darnos varias cosas diferentes. De uno, puede interesarnos la manera como se abordó un tema; aunque no tenga nada que ver con nuestro objeto, lo que nos interesa es el enfoque y la forma de tratamiento. De otro, puede servirnos la perspectiva teórica, el marco conceptual. El tercero nos da un panorama general, pero es un libro de referencia, orientador, pero que no citaremos. Un cuarto libro puede ofrecernos algo de todo esto.
    Así, entonces, tendremos que organizar nuestros registros para esos diversos usos de la bibliografía, aunque esos «usos» no están tan claros de entrada. A veces no sabemos exactamente qué vamos a buscar a un libro, o descubrimos, con el paso del tiempo, que tenemos que volver a buscar otra cosa.

Continuará…

 

 

Posted in bibliografía | Etiquetado: | Leave a Comment »

Por dónde empezar: diseñando la propuesta

Posted by Marita Grillo en 08/12/2009

Buena parte de los textos que escribimos para un trabajo académico corresponde a material de uso interno que no verá jamás la luz: fichas, esquemas previos, índices tentativos, cartas, borradores varios (de entrevistas, de encuestas, de capítulos), pero son materiales vitales en tanto nos ayudan a organizar lo que haremos público después.

A veces, son cronologías, útiles para saber cómo ubicar una cadena de acontecimientos; otras son fichas de resúmenes de libros y artículos, fichas de citas, fichas de asientos o registros de los datos vitales del material. Las transcripciones completas de entrevistas, por ejemplo, suelen ir a los anexos de un trabajo final o de una tesis, pero no no son material de lectura completa, pues su función es la de proveer contexto a algún fragmento que hemos usado en el cuerpo del trabajo.
Muchos de esos materiales, aunque hayamos trabajado mucho en ellos, no merecen un lugar en los anexos. Son parte de la obtención de la información, de la selección de la información y de la generación de nueva información.

La propuesta de trabajo final de grado o posgrado comparte algunas características de esos materiales. Lee el resto de esta entrada »

Posted in bibliografía, redacción | 3 Comments »

Palabra propia, palabra ajena

Posted by Marita Grillo en 02/13/2009

En un trabajo académico es de suma importancia diferenciar nuestra palabra de la palabra ajena.

Nuestras tesis trabajan con documentos que son fuentes y objetos de estudio. Es preciso que se determine con claridad cuándo hacemos hablar a esos documentos y callamos nosotros.

La marca por antonomasia de esa diferencia son las comillas que señalan la mayor distancia. Cuando el pasaje citado supera las cuatro líneas de texto lo presentamos gráficamente apartado de nuestro párrafo, con menor interlineado, menor sangrado o menor cuerpo de texto, de modo que con un golpe de vista se percibe la diferencia.

Conviene reservar las comillas, entonces, para las citas textuales o para fragmentos de una obra mayor (cuentos de un contario, poemas de un poemario, canciones de un disco).

Si el fragmento citado entre comillas tiene originalmente algún texto, a su vez, entrecomillado, reservamos las comillas dobles para nuestra cita (» «) y usamos comillas simples (‘ ‘) para el pasaje citado en el interior.

Posted in bibliografía, redacción | Etiquetado: | Leave a Comment »

Cita de libros y capítulos

Posted by Marita Grillo en 12/22/2008

En nuestra sesión de la semana intensiva, hubo varias preguntas relativas a la diferencia entre registrar en la bibliografía un libro completo o un capítulo.

Hay que ver caso por caso, pero la sugerencia general sería tener en cuenta si el capítulo en cuestión es autónomo  del resto de la obra (por ej., si se trata de una recopilación de artículos diversos, o de textos de temas variados) o no.

Les agrego un ejemplo, extraído de López García, Guillermo (ed.). Comunicación local y nuevos formatos periodísticos en Internet: cibermedios, confidenciales y weblogs. Valencia: Servei de Publicacions de la Universitat de València. Disponible en formato pdf, p. 2.

ejemplos

Posted in bibliografía | Etiquetado: | 2 Comments »